MUERTE DEL PADRE JUAN GERARDI (1998)
Esto fue un dia trizte para Guatemala ya que havian matado al padre Gerardi muchos dicen que fue el hijo de Arzu, ya que el padre gerardi vio al hijo de Arzu vesandose con un hombre otros dicen que sabia algo del presidente en esa epoca y por eso lo mataron cual es al verdadera si es que lo son. Pero en realidad que le esta pasando a Guatemala el que haya matado al padre fue muy lejos y ese no tenia cerebro ya que era un ayudante de dios.
FIRMA DE LA PAZ
La paz se articulaba así en una serie de acuerdos, entre los que destacaban el firmado para el "Reasentamiento de las poblaciones desarraigadas por el enfrentamiento armado", el que establecía la "Creación de la Comisión para el esclarecimiento histórico", el del "Fortalecimiento del poder civil y función del Ejército en una sociedad democrática", el de las "Reformas constitucionales y régimen electoral", el "Acuerdo de bases para la incorporación de la URNG a la legalidad" -firmado, por cierto, en Madrid, en el Ministerio de Asuntos Exteriores, en 1996- y, además, un "Acuerdo cronograma para el cumplimiento y verificación de los acuerdos de paz".
Se trató de un proceso bien ordenado, articulado, y dotado de estructura, perfiles tácticos, y estrategia, en el que participó una parte notable de la población guatemalteca, con la implicación directa y decisiva de actores internacionales, entre los que jugaron un papel relevante Naciones Unidas, México, Noruega y España.
Nada de ello hubiera sido posible sin tener en cuenta el fin de la guerra fría, el hastío generacional, el apoyo europeo y de Naciones Unidas para encontrar soluciones regionales a problemas regionales, un proceso negociador rayano en lo modélico y, sobre todo y especialmente, el talante, fortaleza, liderazgo y sentido práctico del entonces Presidente, y hoy, de nuevo, Alcalde de Guatemala, Alvaro Arzú quien aquel día se asomaba al balcón del Palacio para decir: "La paz ha sido firmada. Este esfuerzo debe llamarnos a la reflexión, porque no es el fin, sino el principio de una nueva era", principio en el que Arzú, en exégesis de "Chile 2010, una utopía posible", y como si hubiera recorrido el país en una máquina del tiempo, hubiese llegado a la conclusión de que el futuro se hace, no llega, sustituyendo fatalismo por creatividad, pasividad por acción y duda expectante por propuestas.
Los planteamientos de entonces han servido para tener claros los referentes de futuro, los requerimientos de la convivencia, la construcción de patria como tarea solidaria, la inclusión social y étnica, y las bases del desarrollo, aunque ni los dirigentes que vinieron a continuación, ni sus equipos, fueron capaces de entusiasmar a los guatemaltecos en la construcción de ese proyecto. Ni las agendas de lo importante fueron suficientes para resistir la presión de las urgencias.
Claro que se han producido resultados, y el principal de ellos fue el fin del enfrentamiento, pasando de la guerra a la paz. Es cierto que el autoritarismo dejó su lugar a la democracia participativa, y que la economía centralizada en el Estado ha sido sustituida por el mercado y la globalización del entorno, pero no sé si se siguen visualizando de modo nítido los perfiles de una agenda pública producto de un acuerdo nacional.
Con ese motivo, y desde estas páginas, el reconocimiento y el afecto para Alvaro Arzú, y el compromiso decidido y militante con Guatemala.
Fue firmada el 29 de diciembre de 1996.
REVOLUCION DEL 20 DE OCTUBRE DE 1944
El 29 de junio en Guatemala se realiza la más grande protesta de su historia, con más de cien mil manifestantes en contra de la dictadura de Jorge Ubico.
Las manifestaciones revolucionarias se dinamitaron con el asesinato de la maestra María Chinchilla por parte del gobierno. El movimiento de oposición culmino con la huelga general de un semana, en ese periodo las firmas exigiendo la renuncia de Ubico se multiplicaron; en una de ellas estaba la firma de 311 de sus colaboradores y amigos. Jorge Ubico se vio obligado a renunciar el primero de julio de 1944.
Ubico dejó en el poder a una junta militar integrada por los generales: Eduardo Villagrán Ariza, Federico Ponce Vaides y Buenaventura Pineda, este triunvirato poco duro. La salida de Ubico del poder levantó las esperanzas en los ciudadanos, aunque no suponía que acabaría con sus seguidores. Más tarde el triunvirato decide dejar en el poder al General Federico Ponce Vaides. Los opositores al régimen aceptaron esto como algo "provisional" ya que habrían elecciones presidenciales. El 10 de julio de 1944, el Presidente provisorio, contestó un memorial en el que se le pidió una declaración "categórica y expresa" de que no aceptaría ser postulado a la presidencia, asegurando que así sería. El día 12 de ese mismo mes, se estableció que las elecciones presidenciales serían el 17, 18 y 19 de diciembre. Pronto se organizaron nuevos partidos y se lanzaron candidaturas presidenciales, una de las primeras fue la del coronel Guillermo Flores Avendaño, quien había desempeñado un papel importante en la salida de Ubico, postulado por el Partido Social Democrático. Otros partidos fueron el Renovación Nacional, organizado el primero de julio por Carlos Leonidas Acevedo, Oscar Benítez, Francisco Escobar, Alberto Herrarte, Mario Efraín Nájera, Juan J. Orozco Posadas, Raúl y Rodrigo Robles. En su seno se originó la cantidatura de Juan José Arévalo que se encontraba en Argentina. A esta se unió el Frente Popular Libertador, un grupo conformado básicamente por universitarios.
En el gobierno de Ponce Vaides se acentuaron las persecuciones e intimidación política. Él no se atrevía a lanzar la candidatura oficial, pero hacía lo posible por obstaculizar la vida política y la propaganda. La represión aumentó después de ver la multitudinaria recepción dada a Juan José Arévalo, ya que su candidatura había prendido a la población. Ponce llegó al extremo de perseguir y detener a varios de los partidarios de Arévalo.
Pronto se hizo evidente que nada había cambiado. Los salarios bajaron y la represión aumentó. Ponce no tenía intención de convocar a elecciones, y trató con ilegalidades prolongar su régimen. La lucha popular continuó, hasta que el 20 de octubre, un movimiento amplio, en el que participaban estudiantes, maestros, obreros, y jóvenes oficiales del ejército e incluso algún sector de la clase dominante, derrocaron al sucesor de Ubico, después de dos días de combate en los que participaron algunas guarniciones militares. La madrugada del viernes 20 de octubre se vivió en la capital del país una intensa guerra desde todos los puntos, la toma del Cuartel de Matamoros, y la destrucción parcial del Castillo de San José constituyeron algunos de los ataques ocurridos ese día. En ese momento se instaura un triunvirato en el poder, Torriello, Arbenz y Arana; quienes convocan a una Asamblea nacional constituyente, en la cual se llama a elecciones y se invalidan las leyes y decretos del período liberal y conservador en Guatemala.
QUEMA DE EMBAJADA DE ESPANA EN GUATEMALA
Hace 25 años, en la mañana del 31 de enero de 1980, un grupo de campesinos indígenas provenientes de varias aldeas de El Quiché, junto a algunos estudiantes universitarios, ocuparon pacíficamente las instalaciones de la Embajada de España en la Ciudad de Guatemala, con el objetivo de denunciar la represión que sufrían sus comunidades, ubicadas en el altiplano guatemalteco.
Tras de negociar con los ocupantes y llegar a algunos acuerdos, el embajador español Máximo Cajal y López intentó repetidamente comunicarse por teléfono con distintos funcionarios guatemaltecos, principalmente con el ministro de Gobernación, Donaldo Álvarez Ruiz, para solicitar el repliegue de las fuerzas policíacas que asediaban la sede diplomática. Se encontraba todavía negociando una salida para los ocupantes, cuando el presidente de Guatemala, general Romeo Lucas García, giró órdenes de desalojar la legación, “a como diera lugar”.
Violando por completo la soberanía de la representación diplomática ibérica plasmada en el texto de la Convención de Viena, el gobierno de Guatemala optó por asaltar la embajada y quemar vivas a las 37 personas que se habían refugiado en la oficina del embajador, en el primer piso del edificio. Dos personas sobrevivieron a la matanza: el embajador Cajal y Gregorio Xujá, campesino que había sido cubierto por los cuerpos calcinados de sus compañeros. Mientras Cajal logró regresar a España gracias a la solidaridad y valentía de sus colegas embajadores, Xujá fue secuestrado al día siguiente en el hospital a donde había sido trasladado. Luego de ser torturado y ejecutado, su cuerpo apareció el 2 de febrero de 1980 frente a la Rectoría de la Universidad de San Carlos.
Entre las víctimas figuran Vicente Menchú, padre de la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú Tum; el ex vicepresidente de Guatemala, Eduardo Cáceres Lenhoff, el ex canciller Adolfo Molina Orantes, los españoles Jaime Ruiz del Árbol –cónsul-, Luis Felipe Sanz y María Teresa Vásquez. La justicia española busca al prófugo Donaldo Álvarez Ruiz por estas tres últimas muertes, aunadas a cuatro casos más.
Ante la gravedad de los hechos y la abierta responsabilidad del Estado de Guatemala, España condenó el ataque a su embajada, exigió el total esclarecimiento de lo ocurrido y rompió oficialmente relaciones diplomáticas con el país centroamericano. El 22 de septiembre de 1984, ambas naciones anunciaron la reanudación de las relaciones, mediante un comunicado conjunto firmado por ambos gobiernos en Bogotá, Colombia, lo que se materializó con la llegada de un gobierno civil en 1986. Aunque las partes se habían comprometido a investigar los hechos y llevar a los tribunales a quienes habían ordenado y realizado la matanza, el acto criminal continúa, un cuarto de siglo más tarde, impune.
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